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arte

Inteligentes y… menos inteligentes.-12-01-2013

Posted by Caminante y peregrino

FRIEDRICH WILHELM VON SCHADOW.-ROMANTICISMO


De nuevo se puso a enseñar junto al lago. Acudió a Él tanta gente, que tuvo que subir a una barca que había en el lago y se sentó en ella, mientras toda la tierra permanecía en tierra, a la orilla del lago. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas’ (Mc. 4, 1-2)

Así comienza San Marcos el capítulo 4 de su Evangelio. Pero hay algo que le llama la atención a este evangelista (como a mí personalmente me ha llamado la atención que lo haga constar) y desea resaltarlo: el hecho de que emplee las parábolas como recurso.

Meister des Evangeliars von Rossano

¿Por qué? ¿Qué son las parábolas? Son unos relatos expuestos por Jesucristo en algunos momentos de su predicación en los que para hacerse entender mejor y valiéndose de elementos muy sencillos, que todos conocían por formar parte integrante de la cotidianidad de la vida de cualquiera (el trabajo de sembrador, la sal, las ovejas y el pastor, las monedas, etc.), mediante un  lenguaje exquisitamente sencillo sin ninguna retórica ni circunloquio, transmite un mensaje, una enseñanza, con el fin de hacer reflexionar o de que se interiorice el mensaje que transmite. A menudo son comparaciones. Por ejemplo, cuando desea exponer el Reino de Dios, dice: ‘¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé?’ (Lc. 13, 18).

Hay ocasiones en las que después de exponerlas a la muchedumbre que deseaba oírlo, les explicaba a sus discípulos el sentido profundo que contenían, ya que sabía que muchos no acababan de captar el mensaje que Él transmitía. Así, en una ocasión los discípulos le preguntaron: ‘¿Por qué les hablas por medio de parábolas? 

KIRK RICHARDS.-S. XX

Jesús les respondió: -A vosotros Dios os ha dado a conocer los misterios del Reino de los cielos, pero a ellos no. Porque al que tiene se le dará, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, aun aquello que tiene se le quitará. Por eso les hablo por medio de parábolas, porque aunque miran no ven, y aunque oyen, no escuchan ni entienden’. (Mt. 13, 10- 13). Con estas palabras hace referencia a lo que dice Isaías en los versículos 9 y 10 del capítulo 6.

Pues bien. Me ha parecido conveniente hacer esta especie de preámbulo porque las parábolas forman parte de lo que hoy llamaríamos la didáctica que empleaba en sus discursos. Forman parte de su actividad para transmitir el mensaje de la Buena Nueva y las podemos obviar cuando nos referimos a su predicación.

William Blake.-NEOCLASICISMO
Los pintores y escultores han tenido en ellas, como iremos viendo, una fuente de inspiración para enfocar sus obras a través de la imagen y el color y les da forma. En esta entrada voy a valerme de la parábola de ‘las diez vírgenes’ valiéndome del Evangelio de Mateo, al comienzo de su capítulo 25. En ella desea transmitirnos la absoluta necesidad de estar preparados para la partida definitiva a la otra vida porque nadie conocemos el momento, la hora, ni las circunstancias. Dios quiere que todos nos salvemos. No desea que nadie se pierda y desea fervientemente que compartamos su Vida y su Reino para siempre. Y a ellos dedica sus esfuerzos y su palabra.

Comienza la parábola de esta forma: Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que tomaron sus lámparas salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco prudentes’. 

VÍRGENES NECIAS.-Catedral de Érfurt en Érfurt, Turingia, Alemania

Nos presenta las dos actitudes que solemos tomar ante la vida. La prudencia la presenta como el camino más acertado para estar dispuestos en todo momento. La necedad, como equivocación, como error, ya que cuando nos damos cuenta puede ser tarde ya y no disponer de tiempo para maniobrar rectificando vida y actitudes.

Sigue diciendo Mateo: Las necias, al tomar sus lámparas, no llevaron consigo aceite; las prudentes, en cambio, junto con las lámparas llevaron aceite en sus alcuzas’. Las vírgenes prudentes (las ‘inteligentes’ en el título de la entrada), fueron previsoras. Captaron que de un momento a otro vendría el esposo. Estarían haciendo las actividades propias que les corresponderían, pero sin descuidar el objetivo último que esperaban.

Las vírgenes necias (las ‘menos inteligentes’ del título) también vivían su día a día pero descuidando el fin último al que estaban llamadas y no precavieron el aceite que necesitaban para dar luz con sus lámparas. 

 VÍRGENES PRUDENTES.-Catedral de Berna

Estaban más pendientes de sus quehaceres, que podrá estar bien, pero descuidaron lo fundamental: la preparación para recibir al esposo que es a quien realmente debían dedicar su tiempo y su trabajo.

Aquí se expone la realidad para la gente del siglo XXI, porque esto no es en absoluto un ‘cuentecito’, más o menos bonito, sino una interpelación directa a cada uno de nosotros para que pensemos lo que debieron hacer las vírgenes necias (estaríamos cayendo en el mismo error que ellas) y optar por dedicarnos a desarrollar nuestro papel en el mundo que nos ha tocado vivir, de manera que sirva de preparación para cuando haga acto de presencia el esposo de la parábola (Dios) llamándonos a su presencia.

PETER VON CORNELIUS.-ROMANTICISMO
Es una reflexión, una llamada a nuestra conciencia, para analizar si tenemos dispuesto nuestro ‘aceite’ (buenas obras, oración, vida espiritual, profesional y familiar con arreglo a las enseñanzas del Maestro) y nuestras ‘lámparas’ (dedicación a Dios desde nuestras capacidades personales, profesionales, sociales. Saber ver y distinguir los signos de los tiempos y obrar en consecuencia, como tantas veces nos han dicho diversos Papas desde la Sede de Pedro). Para eso nos expuso Jesús la parábola de los talentos, que también trataremos en su día.

HIERONYMUS  FRANCKENII.-S. XVI - XVII
Como tardase en venir el esposo les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó vocear: ¡Ya está aquí el esposo! ¡Salid a su encuentro!’ A muchos nos entra ese sueño, modorra en ocasiones, aunque sea temporalmente, y descuidamos nuestro deber. El aviso llega tarde o temprano…pero llega. Ahí se encontraron con las manos vacías. ¿Qué hacer?

Entonces se levantaron todas aquellas vírgenes y aderezaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: dadnos de vuestro aceite porque nuestras lámparas se apagan. 

 Vladimir Borovikovsky.-S. XVIII - XIX

Pero las prudentes les respondieron: Mejor es que vayáis a quienes lo venden y compréis, no sea que no alcance para vosotras y nosotras’. ¡Claro! Pasó lo que debía pasar. Quienes se dedicaron a holgar quisieron aprovecharse del trabajo ajeno, pero aquí el trabajo es personal e intransferible. Lo que pueda y deba hacer yo, y no haga, podrá hacerlo otro, pero en lo que a mí se refiere HABRÁ QUEDADO SIN HACER. Y de eso deberemos responder.

Con muy buen criterio dieron las vírgenes prudentes la respuesta adecuada. Ellas habían dedicado su vida, su tiempo, a cuidar sus lámparas, a tenerlas a punto. 

 PINTURA ROMÁNICA

Hicieron las comprobaciones pertinentes para asegurarse que funcionaban bien, se encendían y estaban a punto para cuando llegase el momento. Su aceite era el justo o acaso algo más, pero no podían desprenderse de nada. Lo tenían comprobado, así que les aconsejaron que marcharan a comprarlo. Lógico, ¿no?

 Pero ‘mientras fueron a comprarlo vino el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas y se cerró la puerta’. Suena a fuerte, pero eso es lo que hubo. Mucha desolación, pero avisos tuvieron y no los aprovecharon. En el fondo es una llamada de atención para cristianos de todos los tiempos. Conozco personas que piensan que antes de morir les dará tiempo a confesar. ¿Seguro? ¿Tan inteligentes son que conocen el momento exacto de su muerte? Me da la impresión que esa actitud es sumamente peligrosa.
ALEXANDRE BIDA.-ROMANTICISMO
Es cierto que todos esperamos la segunda venida de Jesús al final de los tiempos, pero ¿conocemos cuándo será? ‘En cuanto al día y la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre’ (Mt. 24, 36). Pero honradamente pienso que esa segunda venida de Cristo tiene un momento personal para cada uno de nosotros: el de nuestra muerte. Para eso debemos tener el aceite de nuestra lámpara a punto: recepción de Sacramentos, permanencia en la Gracia, oración,…así nada importará el momento. Estaremos preparados y nuestras lámparas estarán a rebosar.

Tintoretto.-MANIERISMO

VÍRGENES NECIAS.-JAMES TISSOT.-S.XIX - XX

VÍRGENES PRUDENTES.-JAMES TISSOT.-S.XIX - XX


VITRAL EN LA IGLESIA .-MELBOURNE


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