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arte

Parábolas del Reino de los cielos.-01-mayo-2014

Posted by Caminante y peregrino

PARÁBOLA DEL TESORO ESCONDIDO
      Era una constante durante el tiempo que dedicó a su vida pública. 'No estás lejos del Reino de Dios' (Mc. 12, 34); El Reino de los cielos es semejante a ...' (Mt. 13, 47-50); 'Buscad primero el Reino de Dios...' (Mt. 6, 33); '...ve y anuncia el Reino de Dios'. (Lc. 9, 60) y otras por el estilo, pero siempre haciendo referencia al Reino.
      No en vano estamos destinados a él y previamente quería que lo conocieran sus coetáneos y ahora nosotros. Para eso quiso hacerse semejante a nosotros, menos en el pecado, y redimirnos del mismo. Con la finalidad de que se le entendiera bien y teniendo en cuenta que la mentalidad oriental de los israelitas era afín a los apólogos, cuentos o ejemplos, se valió de las parábolas. Sobre este tema fueron muchas y variadas, pero todas encaminadas al mismo fin.
      En este sentido se valió, por ejemplo, de unos invitados a determinada boda que declinaron la invitación por diversas causas (Mt. 22, 1-14), de las artes de la pesca (Mt. 13, 47), del grano de mostaza (Mt. 13, 31-32) y la de la levadura (Mt. 13, 33), de un sembrador (Mc 4, 3-8) y un largo etcétera, pero todas expuestas con el objetivo de anunciar el Reino de Dios. 
PARÁBOLA DE LOS CONVIDADOS AL BANQUETE. HAROLD COPPING.-S. XIX - XX
      En todas las comparaciones que hacía empleaba elementos extremadamente familiares para el auditorio que le escuchaba. Los años que había vivido junto a su Madre y la había ayudado en sus menesteres domésticos, le habían puesto en contacto con las costumbres y con los demás vecinos de Nazaret. Esto le había permitido conocer su vida, sus intereses, sus trabajos,...Ahora se aprovechaba de aquellas experiencias juveniles para que llegaran con mayor facilidad a la comprensión de lo que les contaba.
       JUDÍOS ESPECTANTES ANTE LA PREDICACIÓN DE JESÚS
      '¿A qué es semejante el Reino de Dios y a qué lo compararé?' (Lc. 13, 18). Era una expresión con la que solía comenzar sus explicaciones. Captaba de esa manera la atención de los oyentes y concentraba su atención en el núcleo de la explicación. Salvo excepciones, eran narraciones cortas, pero directas y claras.
      'Es semejante a un grano de mostaza que uno toma y arroja en su huerto, crece y se convierte en un árbol, y las aves del cielo anidan en sus ramas'. (Lc. 13, 19). No hacía falta nada más. El ejemplo estaba muy claro: de una semilla tan pequeña surge un árbol grande. Pero continúa por si acaso ha quedado alguna duda o laguna: '¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante al fermento que una mujer toma y echa en tres medidas de harina hasta que fermenta toda'. (Lc. 13, 21) (¿Lo habría visto hacer a su Madre e incluso la habría ayudado?)
GRANO Y ÁRBOL DE MOSTAZA
      Para tratar la importancia del Reino también pasaba a hacer comparaciones con cosas más importantes: 'El Reino de Dios es semejante a un tesoro escondido en el campo que, al encontrarlo un hombre, lo deja oculto y, gozoso del hallazgo, va y vende cuanto tiene para comprar el campo'. (Mt. 13, 44). Para quien lo encuentra supone el final de su pobreza. No duda en vender cuanto tiene para comprar el campo, ya que tanto la ley romana como la israelita concedía al al propietario de una campo todo lo que contenía, tanto árboles como cualquier otra cosa. De aquí la importancia de poseer ese campo. Para el comprador lo suponía todo, lo máximo para su vida, y Jesús quería transmitir que la posesión del Reino de Dios suponía tener lo máximo para quien lo siguiese.. Es el máximo tesoro al que podemos aspirar. Estar en el Reino supone estar con el mismo Dios.
PARÁBOLA DEL TESORO ESCONDIDO.-JAMES TISSOT,.S. XIX - XX
      Lo mismo cabe decir de  la parábola de la red barredera: 'Es semejante también el reino de los cielos a una red barredera, que se echa al mar y recoge peces de toda suerte, y llena, la sacan sobre la playa, y sentándose, recogen los peces buenos en canastos y  los malos los tiran. Así será la consumación del mundo: saldrán los ángeles y separarán a los  justos de los malos y los arrojarán al horno de fuego; allí  habrá llanto y crujir de dientes'. (Mt. 13, 47-50). Un delicada llamada a la conversión personal y apartar de la propia vida cuanto le pueda acercar al 'llanto y crujir de dientes' eterno.
PARÁBOLA DEL MERCADER EN PIEDRAS PRECIOSAS.. HAROLD COPPING.-S. XIX - XX
      No obstante también emplea elementos conocidos no por su cercanía a los que habitualmente le escuchaban: las perlas. En aquellos tiempos solían estar más valoradas que los propios diamantes por su escasez y rareza, llegando a tener las más perfectas precios altísimos. Pero toma ese ejemplo para hacerles ver, en definitiva, que el Reino de Dios tiene infinitamente más valor que las perlas por perfectas y hermosas que sean. 'El Reino de los Cielos es semejante a un comerciante en perlas finas. Al encontrar una de gran valor, va, vende cuanto tiene y la compra'. (Mt. 13, 45-46).
      Sería curioso contemplar la manera de enfocar la predicación de estas parábolas del Reino de Dios por parte del mismo Jesucristo en nuestros días. Pero también en cómo podría ser la respuesta del auditorio actual a su exposición. Pero lo que pienso que no iba a cambiar en absoluto es el contenido principal de su predicación: el Reino de Dios, destinado también para los hombres y mujeres del siglo XXI y de los siglos futuros.
      

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